Los perseguidores de Cortázar son retratados casi como personajes antagonistas de su propio ambiente social del cual desean desprenderse de alguna manera (intelectual o física). Como lo es en el cuento “El perseguidor”, el relato requiere de una voz de contexto ordinaria quien provea la crítica o interpretación propia de una persona parte del entorno, en este caso es el narrador Bruno quien relata los acontecimientos referentes a su vida pero sobre todo a la vida de Johnny Carter, quien es el perseguidor de una realidad diferente y quien no comparte dentro de la normalidad de actuaciones las metas de la sociedad que lo rodea; el caso de Johnny provee el drama necesario que puede ser luego avalado y articulado por Bruno y así se crea una relación social, en donde Bruno, el intelectual documenta lo acontecido por Johnny quien es el diferente, el personaje excéntrico, quien reclama a través de su música, un espacio privilegiado desde el cual puede decir o intuir un mundo utópico hecho a sus medidas.
La realidad que imagina Johnny Carter, parece en ocasiones alienante hacia los demás, puede ser debido a la imaginación y creatividad que permiten solo a su autor el ingresa r en este mundo; pero además considero que el abuso de las drogas es una circunstancia a tomar en cuenta para la alienación del mundo de Johnny; ya que se trata de mostrar un mundo sin limitaciones, y el autor muy sutilmente nos presenta al lector que las restricciones que aparecen en la historia, lo hacen de manera de convenciones sociales, de costumbres y de rutina, pero casi nunca de represión.
Entonces, con estos antecedentes podemos denotar al narrador Bruno quien vive en París y es un crítico de jazz. Él es el informante de lo que acontece en la vida de Johnny Carter, casi como su biógrafo personal y único. Bruno es el epítome de la mente ilustrada que presenta al mundo racional al personaje de Johnny Carter, pues se lo muestra como un personaje muy humano, en efecto es un crítico pero ante todo es un hombre y un amigo de Johnny Carter; es así que encontramos la dicotomía del intérprete y del creativo: Johnny ensimismado en su mundo es, a través de la crítica y del libro escritos por Bruno, presentado al mundo como Bruno lo retrata.
Bruno demuestra gran aprecio hacia Johnny Carter, no solo respecto de su talento sino también demuestra preocupación por su bienestar físico y mental y por tanto es claro en el relato cómo Bruno admira de sobremanera a Johnny, su amigo y a veces deja de comportarse como biógrafo y solo piensa en loa intereses de Johnny, por ejemplo
“Pero aquí, con esta taquigrafía garabateada sobre una rodilla en los intervalos, no siento el menor deseo de hablar como crítico, es decir de sancionar comparativamente. Sé muy bien que para mí Johnny ha dejado de ser un jazzman y que su genio musical es como una fachada, algo que todo el mundo puede llegar a comprender y admirar pero que encubre otra cosa, y esa otra cosa es lo único que debería importarme, quizá porque es lo único que verdaderamente le importa a Johnny” (página 16).
En cambo, si analizamos a Johnny Carter, el maravilloso saxofonista, encontramos que a él no le importa ser parte de la sociedad de donde Bruno es parte, pues por ejemplo, a Johnny no le importa vestirse de acuerdo a la ocasión, o decir las palabras justas en el momento adecuado; es decir, que su comportamiento se aleja siempre de lo que dictaminan las normas impuestas por la sociedad; así encontramos que su enlace a la sociedad es a través de sus interaccones con Bruno y del relato de Bruno al mundo literario en su libro; sin embargo, por el aprecio de Johnny hacia Bruno, se denota que las interacciones esntre ellos fueron en ocasiones acorde a lo pautado por la sociedad, así por ejemplo:
“-Dédéé me ha contado que la otra tarde estuve muy mal contigo.
-Bah, ni te acuerdes.
-Pero si me acuerdo muy bien. Y si quieres mi opinión, en realidad estuve formidable. Deberías sentirte contento de que me haya portado así contigo; no lo hago con nadie, créeme. Es una muestra de cómo te aprecio. Tenemos que ir juntos a algún sitio para hablar de un montón de cosas. Aquí... -Saca el labio inferior, desdeñoso, y se ríe, se encoge de hombros, parece estar bailando en el sofá-. Viejo Bruno. Dice Dédée que me porté muy mal, de veras” (página 14).
De este análisis se desprende que Johnny Carter perseguía alcanzar un mundo solo para él, distinto a las conveniencias sociales de la época,; y su enlace a esta sociedad de la que tanto quería huir era Bruno, el crítico de jazz y su gran amigo. Ambos crean una interacción maravillosa entre la realidad social y la fantasía de un mundo distinto.
Bibliografía:
García Canclini, Néstor. Cortázar: una antropología poética. Buenos Aires: Nova. 1968.
Vargas Calvo, Jorge. ¿Qué se sentiría ser Charlie Parker? (What is it like to be a Bird?). Revista de Filosofía Universidad de Costa Rica, Vol. 34, No. 83-84, 1996.
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